Abriéndose su propia tumbaganó su último jornal
y se tumbó sin decir nada,
él no quería molestar.
La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. -¿Entonces para que sirve la utopía?
-Para eso, sirve para caminar.
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